Dénia y sus playas

Dénia y sus playas

La ciudad de Dénia cuenta con una gran variedad de playas de aguas tranquilas y arena fina, en las que relajarse y disfrutar de un día agradable en familia o con amigos. 

En la ciudad de Dénia se encuentran una gran cantidad de playas de arena fina y aguas cristalinas, ideales para disfrutar en familia o con amigos, con buen ambiente pero tranquilas y muchas de ellas cuentan con el distintivo de bandera azul.

Las principales playas de Dénia están distribuidas en dos zonas, Les Marines y Les Rotes. La Punta del Raset está situada al norte de Dénia; se trata de una playa semiurbana, ya que se ubica cerca del casco urbano de la ciudad, por lo que es una de las más concurridas.

Otra de las más conocidas es la playa de Les Marines, con cerca de 3km de extensión y galardonada con la bandera azul. Es de aguas tranquilas y arena dorada, por lo que es ideal para familias con niños. Dispone de vigilancia y de todo tipo de servicios cerca, además, es perfectamente accesible en coche.

Por su lado, la playa Les Bovetes, de 700 metros de extensión y también con el distintivo de bandera azul, ofrece todo tipo de servicios y comodidades: alquiler de sombrillas, hamacas, tumbonas, duchas y vestuarios, establecimientos de comidas y zona infantil.

En la zona de Les Rotes se ubican playas como La Marineta Cassiana, situada al sur de la ciudad y con un largo paseo marítimo, desde donde se puede acceder a la zona de calas rocosas, para quien busque un ambiente más tranquilo e íntimo. La cala de Aigua Dolça, por ejemplo, es una playa nudista de sólo 80 metros de extensión y aislada, que está principalmente compuesta por bolos y grava.

Y para los amantes del buceo, playas como El Trampolí o Arenetes son ideales para practicarlo, previa solicitud a la Dirección Territorial de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua de Alicante.

Dénia es claramente una buena opción para quien quiera pasar sus vacaciones cerca del mar, ya que ofrece una gran diversidad de playas y calas en las que relajarse y olvidarse del estrés de la ciudad durante gran parte del año.